A falta de camas hospitalarias, soluciones

Producciones de la UEB EISA Holguín para hospitales
La compleja situación epidemiológica en Holguín ha demandado un constante incremento de capacidades hospitalarias y en centros asistenciales, hasta llegar a las casi siete mil que existen hoy. Entre las insatisfacciones más recurrentes de la población figura la insuficiente disponibilidad de camas donde se ingresan los pacientes con síntomas moderados y graves de Covid-19.
Por ello las autoridades políticas y gubernamentales convocaron a empresas para colaborar en la recuperación de estos recursos, un alto inventario de camas en desuso por roturas, algunas necesitadas de reparación capital.
La demanda excede inicialmente las 300 camas, explicó Luis Enrique Almaguer Velazco, director del Centro provincial de Electromedicina, quien aseguró cuentan con la cooperación de diferentes organismos para completar las primeras cien este fin de semana, destinadas al Hospital “Lucía Íñiguez Landín.”
“Tenemos varios equipos trabajando en las unidades de salud del municipio y los principales hospitales de la provincia. Hemos dado seguimiento al programa montado de recogida de camas. Ya recogimos en los principales hospitales ubicados en el municipio cabecera aproximadamente 200 camas, y se entregaron inicialmente al clínico 96. Seguiremos con el programa de forma tal que podamos llegar al hospital y cambiar la dotación de una sala completa.”
“Además de la reconstrucción de mobiliario, también hemos estado inmerso en las innovaciones ante el déficit de reguladores, tomas de oxígeno en los hospitales y áreas de salud.”
La respuesta de la industria no se hizo esperar. Según Mercy Ochoa Hijuelos, coordinadora del MINDUS en la provincia, “la Empresa Mecánica de Holguín (Holmeca), la UEB EISA de Servicios Automotores, y la UEB Acorde Holguín de la Industria cubana del mueble, concentran la mayor actividad en la producción y recuperación de estos medios. Sus colectivos no descansan, y sin abandonar su objeto social contribuyen a aliviar una de las urgencias del sistema de salud en el enfrentamiento a la pandemia.”
“Como en otras tareas encomendadas a la industria, por el sentido de pertenencia que la caracteriza, siempre hemos dicho presente, porque entendemos la necesidad de apoyar en este difícil tiempo. Uno de los valores que nos caracteriza es la humanidad, saber que tenemos que ayudarnos entre todos, y si podemos hacerlo para beneficiar al pueblo, ahí estamos, sin escatimar horario, tiempo, con una disposición extraordinaria. Eso es algo que nos enorgullece mucho.”
De los talleres de chapistería y pintura de la UEB EISA Holguín han salido 70, casi nuevas, horas dedicadas por sus trabajadores, y del personal de aseguramiento y logístico, contó Asael Díaz Ricardo, director de producción, quien adelantó se encuentran otras 15 en proceso.
“Las hemos reparado con nuestros recursos y un encadenamiento productivo que tenemos con Asertec (UEB División de Talleres Holguín) que elaboran los bastidores de las camas, y llega bastante adelantado el trabajo. Trabajaremos mientras haga falta”.
La pandemia impone su ritmo, mucho más acelerado del que puede responder el propio sistema de salud, de ahí que todas las manos sean imprescindibles.
Así lo asumieron los trabajadores de la UEB Acorde. Junto al Comité de Innovadores que busca soluciones a diario, entregaron más de treinta camas de las ochenta que recibieron en la primera semana de incorporar esta misión a sus habituales faenas, que incluyen también la construcción de las cunas de los módulos de canastilla y el programa de recuperación del Hospital Pediátrico “Octavio de la Concepción y de la Pedraja”, donde junto a la unidad interna de la institución han rehabilitado noventa medios.
“Constituimos una brigada con soldador, pulidor, ayudante para dar lija, pintor, y esa brigada se mantiene trabajando todos los días, incluso sábado y domingo. El colectivo ha asumido la tarea con seriedad y responsabilidad, y con un entusiasmo tremendo, porque son conscientes de que reparar una cama significa salvar una vida. Yo siempre sigo que esta es una guerra contra un enemigo silencioso y mortal y la patria nos ha llamado a que saquemos la cara.”
Estamos ante la viva muestra de que es posible hacer más cuando se unen la voluntad, la disposición, la entereza en una provincia con amplias potencialidades económicas y sociales. Se impone además el análisis sobre la necesidad de aplicar estas alianzas a otros escenarios en la lucha contra el virus, donde urgen también el encadenamiento, la unidad, el liderazgo, la solidaridad y el esfuerzo de todos.