Antillana de Acero en conteo regresivo para empezar a fundir
Visita de Presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez en Antillana de Acero
«Aquí, dentro de un mes, todo esto se estará moviendo». En tal posibilidad, de alto impacto para el país, pidió pensar el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al visitar la Empresa Siderúrgica José Martí, conocida como Antillana de Acero.
Al amanecer, el Jefe de Estado llegó ayer a la fábrica ubicada en el capitalino municipio del Cotorro, objeto de una importante inversión resultante de negociaciones con la Federación de Rusia. En una de sus gigantescas naves, afirmó: «Aquí se van descontando los días para ya empezar a fundir».
La fábrica –explicó a la prensa el director general de la planta, Reinier Guillén Otero– vive hoy la puesta en marcha de su corazón industrial, la Acería Eléctrica, tras «varios años de inversión desde la depuradora, la nave de carga, el horno de arco eléctrico, el horno de cuchara, la máquina de vaciado continuo, y la nave de producto terminado, así como todas las partes eléctrica, hidráulica, automática, y de tratamiento de las aguas en la Acería Eléctrica».
En ese proceso, detalló el directivo, se ha ido «evaluando cada equipo, corrigiendo cada defecto», en función de la calidad de la producción de la palanquilla de acero que allí se elabora.
Díaz-Canel quiso saber si el sistema que marcará la nueva etapa de producción es moderno y eficiente, y si, cuando todo eche a andar, el proceso será amigable con el medioambiente.
Guillén Otero respondió afirmativamente, y comentó que antes no había depuradora, pero que en lo adelante «todos los polvos férricos y las partículas que salgan del proceso siderúrgico se van a quedar en la casa del filtro».
Sobre la primera etapa del proceso de modernización capital, precisó que realizan «las pruebas en caliente; nos deben quedar entre diez y 15 días».
El Jefe de Estado indagó por la que será la segunda etapa; y quiso saber qué han estado haciendo los trabajadores en este tiempo. Ellos, según explicó el Director General, «han estado inmersos en el proceso inversionista» del complejo siderúrgico.
«Esta es una de las inversiones más importantes que tiene el país en estos momentos –resaltó el dignatario– para empezar a modernizar la planta industrial» de Cuba, y refirió «la carga que da esta inversión al resto de las producciones industriales».
Es uno de los procesos, dijo, que han ido fluyendo «a partir de la relación con la Federación de Rusia, de las conversaciones que han existido en los últimos tiempos». Como resultado de tales intercambios, dijo, «se ha ido reactivando todo lo que estaba en proyecto; por lo tanto, ahora estamos en un buen momento para poder avanzar».
PINOS NUEVOS, LOS DETALLES Y EL DESARROLLO
Los pinos nuevos y los de más experiencia se han imbricado en este renacer de Antillana, aseguró Guillén Otero al Jefe de Estado. Le contó sobre muchachos que «han estado aquí desde que empezó la inversión», y hoy ocupan puestos de responsabilidad.
El Presidente reflexionó con los jóvenes que, como más se aprende de un lugar como Antillana de Acero, es tomando parte en un proceso inversionista, porque entonces nadie podrá venir con cuentos de cómo se hicieron las cosas. «Y después toca investigar, y hacerle mejoras a esto, y hacer doctorados. Ustedes tienen juventud para eso, juventud y conocimiento».
A directivos y obreros, Díaz-Canel les dijo: «Tenemos que buscar que, cuando esto empiece a funcionar, quienes trabajen aquí ganen bien; porque este es un trabajo duro. Además, estamos en una de las plantas más desarrolladas del país: aquí los salarios tienen que ser buenos».
«¿Cómo se sienten los trabajadores?», preguntó a un grupo de obreras, y una comentó: «Contentos, locos porque todo comience para producir, para entonces exportar y tener dinero; para así ayudar a nuestros trabajadores y a la Patria».
El Jefe de Estado les recordó una cuestión: «Esta tiene que ser una empresa bonita, con cultura del detalle, con buena presencia, que se distinga además por la calidad de las producciones», dijo, y agregó: «Que no haya chapucería alguna».
En medio de la situación que estamos viviendo, «(es desarrollo) que podamos haber hecho esta inversión», sentenció, e hizo énfasis en que reanima una parte de la producción sideromecánica y tiene buenos impactos en la construcción.
Lo que antes era más incierto, ya es casi una realización y el resultado de años de esfuerzo, comentó en el recorrido, en el que estuvo acompañado por el primer secretario del Partido en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar; por el gobernador de la capital, Reinaldo García Zapata, y por el ministro de Industrias, Eloy Álvarez Martínez.
«La inversión continúa», declaró el Director General de Antillana, y afirmó con serenidad: «Todavía queda por delante un trecho de trabajo arduo y sistemático».